lunes, 20 de abril de 2015

Flech Urbex: La pequeña casa de Chu.

No se sabe muy bien como ocurrió, pero de eso hace ya bastante tiempo...
Recuerdo que hace ya tiempo me aventuré a buscar espárragos en cierto paraje cuyo nombre no suelo recordar, era primavera y las plantas, arboles y arbustos brillaban con un verde intenso y las flores transmitían multiplicidad de olores, todo eso me hacía pensar de que estaba en el paraíso terráqueo.

Seguí mi camino en busca de tales vegetales, tenía ya un buen manojo pero todavía necesitaba un poco mas para así poder hacerme una suculenta tortilla de patatas, pero no era cuestión de mucho tiempo que consiguiera tal objetivo, ese bosque estaba repleto de esparragueras y a cada pocos pasos un verde brote se alzaba delante de mi, como si deseara ser cogido para tal gastronómico destino.

Sin embargo me ahondé sin querer en las profundidades de aquel paraje, de aquel bosque verde infinito, parecía que me había perdido hasta que vi una pequeña casa, una casa tan pequeña que parecía de juguete, me preguntaba si vivía gente allí. ¡Parecía una casa de enanos! Quise acercarme para ver si podía encontrar un camino para irme a casa, al final encontré el camino de acceso a aquella casita. ¡Parecía que no había nadie, aunque la barbacoa parecía recién apagada! De pronto escuché un voz muy fuerte que venía del bosque tras de mi. ¡Estaba asustado! Aquella voz no paraba de gritar: CHUUU! CHUUU! CHUUU!

Salí corriendo por ese camino a toda prisa, el corazón parecía que se me iba a salir del pecho. ¿Quien era Chu? ¿Acaso me había visto? ¿ Quería algo de mi? Me fui de allí olvidando lo ocurrido, no sin antes darme cuenta de que mi preciado manojo de espárragos se me cayeron al salir corriendo.

Pasó mucho tiempo desde entonces, parecía que ya no recordaría aquello hasta que me vino un lapsus de aquel acontecimiento, así que esta vez decidí armarme de valor y regresé a aquel lugar para ver si vivía gente realmente allí, sin embargo aquella casa apareció abandonada ante mis ojos. ¡No había nadie! ¡Estaba completamente abandonada! ¿Por que? ¿Que pasó con Chu? La verdad es que es difícil de saberlo.

Para tener un recuerdo sobre aquella pequeña casa decidí hacer unas fotografías de la misma, al terminar regresé por aquel mismo camino donde salí corriendo años atrás, pero cuando salí de aquel bosque sopló una extraña brisa de entre los arboles, aquella brisa hacía un sonido peculiar donde parecía como si digiera: Bienvenido a casa Chu. Con un gesto nostálgico y la vez inquieto contesté: ¡Chau Riau Chu! No sé quien eres, pero espero que estés bien...

Expedición realizada por: Flech.
Fotos por: © Flech
© Flechcorp - Abril de 2015 - Todos los derechos reservados.

La casa de Chu está rodeada completamente de un paraje verdoso.

Vista delantera de la casita.

Habían algunos muebles tirados en la intemperie.

Justo en la entrada de la casa había una barbacoa.

Nada mas entrar podíamos ver la cocina y el comedor.

En los muebles y mesas solo habían unos pocos trastos.

Un antiguo sofá. Aunque no parece de skay.

Vista general del comedor con su chimenea central.

En una mesa habían cuchillos, pero falataban los tenedores y cucharas.

Esta puerta estaba encallada con una estufa.

Algunos condimentos y especias quedaban en las mesas.

Visto lo visto, por dentro tampoco parecía tan pequeña.

Detalle de la estufa.

El interior de una de las habitaciónes.

Otra habitación.

Miremos el sol sentados en las sillas.

Sillas de caña.

Detalle de la chimenea.

Aquellas pequeñas torretas parecían un simple añadido...

Barbacoa. Detalle.

Arqueado delantero.

¿Que se supone que es esta especie de artilugio?

¿Una mini-excavadora?


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