martes, 2 de enero de 2018

Flech Urbex: El restaurante Fragata de las mil botellas.

¡Hola hooolaaa! ¿Que tal lleváis el año nuevo 2018 amiguetes? ¿Estáis a punto de llevar a cabo vuestros propósitos y objetivos o los vais a dejar a medio camino como es habitual? Yo por mi parte, año nuevo, abandono nuevo, y es que en esta ocasión me complace presentaros un restaurante abandonado que hará las delicias de todo explorador al que le guste este tipo de lugares. ¡Así que sentaos cómodamente en vuestros asientos por que vienen curvas! Por que en esta ocasión vuelvo a traeros chicha de la buena. ¡Ouh Yeah!

Bien, ahora que ya os tengo sentaditos leyendo mi introducción, parece ser que este año empiezo fuerte, no os aseguro de tener una buena racha ya que a veces hay cosas chulas y otras no tanto, pero el descubrimiento de este lugar fue de pura casualidad. ¡En serio! Fue un día de esos de invierno en los que me fui a buscar madroños por un bosque perdido en el quinto pino, tenía ganas de hacer un bonito pastelito con madroños, sin embargo estaba tan ensimismado buscando esta típica fruta silvestre, que sin quererlo ni beberlo fui a parar misteriosamente en medio de un pueblo cuyo nombre ya no logro recordar, lo mejor de todo es que nada mas girar la cabeza para ubicarme me encontré con este abandono esperándome misteriosamente. ¿Que? ¿Nos os parece increíble esta historia?

Este restaurante se llama Fragata por que tiene varias fragatas de vela en miniatura de decoración encima de la barra del bar de dicho restaurante, y lo de las mil botellas es por que en el almacén del mismo hay cientos de botellas de vino y de licor desperdigadas por el suelo, este restaurante se abandonó hace ya algunos años, un vecino del misterioso pueblo me dijo que dejaron de venir comensales allá por el año 2012, a pesar de los años en desuso el restaurante está intacto, con un montón de detalles curiosos, cuadros, sillas, una pecera, platos, vasos, mesas, lámparas, cocina, etc..., pero sobretodo tiene una bonita chimenea de leña central que esta muy muy chula. (Aunque sea de decoración) Y no, no os voy a dar la ubicación del lugar por que nada mas irme... ¡Desapareció! Bueno, tampoco intentéis preguntarme ya que no doy ubicaciones. (Las normas son las normas)

Pero bueno, voy a dejarme de tanta cháchara y voy a dejar que disfrutéis de las fotografías tanto como yo haciéndolas mientras exploraba este lugar, espero que os guste este primer abandono del año 2018 made in Flech, el genuino y el auténtico. ¡Ah! Y os doy un consejo de explorador: ¡Quien la quiere, la consigue! ¡Nos vemos mis chipirifáuticos amigos! ¡Hasta el próximo abandono! ¡Chau Riau! Adiós.

Exploración realizada por: Flech
Fotos por: © Flech.
© Flechcorp Entertaiment - Enero de 2018 - Todos los derechos reservados.
Flechcorp recomienda G.A.L.A. (Grupo de Amigos de Lugares Abandonados) y Urbex Catalunya. (Grupos de Facebook)
FLECH 20 ANIVERSARIO  1998-2018

Bueno, supongo que habrá que empezar con lo que le da nombre al restaurante. ¡Una fragata!

Estos barcos de vela en miniatura siempre me han parecido fascinantes. ¡Menuda paciencia para hacerlos!

Y además para colmo, no solo había uno, si no tres.
Un restaurante sin cuadros coloridos no es un restaurante.

Hacía tiempo que no os ofrecía el reportaje de un restaurante abandonado. ¿Verdad?

Muchas mesas se las llevaron vete a saber donde, solo dejaron las sillas. (Y sillas buenas, ojo.)

Vale, si no es Becquer es...

El dibujo de este cuadro está muy chulo. ¡Mirad con que galantería saluda el caballero a las damiselas!

Bueno, alguna mesa queda.

Aunque también podías sentarte en esta otra. Un rollo mas Chill-Out.

Y los camareros nunca mas, volvieron a recoger sus bandejas.

La barra del restaurante desde el interior.

¡Hey! Esos servilleteros me han gustado.

¿Va a pagar con tarjeta o en efectivo?

Reservado.

Y aquí tenemos ya la famosa chimenea central. Aunque en realidad es de adorno.

Aunque si esta chimenea fuera de verdad tampoco pasaría nada.

¡Ja! ¿Pensábais que os habíais librado de los sofás de Skay?

La verdad es que es bastante original.

Lo que si que me dan penas las sillas.

Esto de aquí es un acuario, antes habrían peces, ahora ya no...

Bonito medallón.
Si te aburrías esperando la comida podías leerte un buen libro.

Aunque en realidad la cocina estaba allí mismo, y podías ver como cocinaba el cocinero.

La cocina de este restaurante estaba en la primera planta, pero antes no fue así...

Sobre la decoración del restaurante pues, no está mal.

¿Será por falta de vasos y copas?

¡En esta estantería de obra todavía hay mas vasos y copas!

Esta caja registradora es mucho mas moderna que la que hay abajo.

Así que era Bar- Restaurante. ¡Estan chulos esos taburetes!

No había cafetera, pero si los vasitos.

Detalle de la estantería de los vasos.

Pequeño almacén.

Aquí guardaban algunas cosas congeladas y frías, aunque se usaba mas bien para los empleados.

Ahora ya se donde fueron a parar las mesas de la planta de arriba.

Es un poco triste pensarlo pero... ¿Se preparó esta mesa para los últimos clientes?

Decorado lo justo y necesario.

Detalle de la planta de arriba del restaurante.

Y llegamos por fin a la cocina original.

Aquí podemos ver muchos platos, vasos y cubertería.

Y hasta un equipo de música. ¿Funcionará?

Antiguamente la cocina estaba aquí, en la planta baja, ya que hace años celebraban hasta casamientos. (Ahora cortan jamón)

Lo único que hay por aquí abajo son algunas neveras.

Pero ya si sigo recto me encuentro con el almacén de las botellas.

Sería como el trastero del restaurante.

Muchas de estas botellas se quedaron aquí desde hace décadas, y mucho de su contenido interior está ya echado a perder.

Como por ejemplo el vino... ¡Te bebes una de esas y te da un telele!

Los chupitos si que aguantan mucho tiempo, aunque estas botellas sean ya viejunas. Como el Golden Say de Arenys de Munt.

Eso si, de Jerez Valdespino había a mansalva.

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