El tiempo pasa para el resto de los mortales como un fugaz relámpago, el trueno de nuestro nacimiento, el fugaz destello de la vida y el final acabado en la tierra.
Debemos todo lo que sabemos a nuestros ancestros, a nuestro pasado, solo así se construye el futuro, todo lo que nos rodea va cambiando muy deprisa, del tal forma que hasta nos da miedo admitirlo, todo aquello que dejamos atrás a veces queda en un recuerdo borroso que solo los eruditos pueden recordar, podemos no recordar las cosas malas pero a veces olvidamos las cosas buenas, o a veces recordamos las malas pera no recurrir a los mismos errores, es por eso que me gusta hacer reportajes de sitios abandonados desolados y olvidados, lo que fue y lo que es ahora, de la vida pasada, de unos sueños rotos, de una leyenda muerta, últimamente voy tocando cosas nostálgicas personales, una pincelada de mi vida que quizás para muchos no les importe en absoluto pero que a mi me gusta escribir y plasmarlo aquí, en este blog.
Los lugares que os muestro a continuación forman parte de mi infancia, y que indudablemente necesitan tener un hueco en el recuerdo personal pero que también me gustaría compartir de forma colectiva con todos los que ahora mismo están leyendo esto.
Cuanto yo era pequeño estos lugares eran de payeses que trabajaban el campo, cuando salíamos de casa de mi abuela yo y mi hermano solíamos recorrer estos campos y veíamos a los payeses labrar el campo, trabajando, podando la niñas, ocupándose de sus tareas, había veces que hasta pasábamos el tiempo hablando con ellos, mis tíos y mi padre cuanto eran niños se bañaban en esas albercas los días de verano, hoy en día vacías, yo cojía carpas de colores y en alguna ocasión hasta los payeses nos llamaban la atención, cuanto nos escondíamos por esos bosques, jugábamos, buscábamos setas y espárragos, todo es un grato recuerdo de la infancia, tanto mías, como las de mis tíos y padres y abuelos.
Hoy en día ya no hay payeses, los abuelos ya son mayores, los tíos hacen su vida, los padres mas de lo mismo, apenas vamos a buscar espárragos con la familia, solo quedan aquellos lugares hoy en día olvidados, las viñas sin podar, campos sin cultivar... todo eso son recuerdos, recuerdos del pasado, pasado que fue ayer mismo, recuerdos del ayer.
Expedición realizada por: Flech
Fotos por: © Flechcorp
© Flechcorp - Noviembre 2013 - Todos los derechos reservados.
Debemos todo lo que sabemos a nuestros ancestros, a nuestro pasado, solo así se construye el futuro, todo lo que nos rodea va cambiando muy deprisa, del tal forma que hasta nos da miedo admitirlo, todo aquello que dejamos atrás a veces queda en un recuerdo borroso que solo los eruditos pueden recordar, podemos no recordar las cosas malas pero a veces olvidamos las cosas buenas, o a veces recordamos las malas pera no recurrir a los mismos errores, es por eso que me gusta hacer reportajes de sitios abandonados desolados y olvidados, lo que fue y lo que es ahora, de la vida pasada, de unos sueños rotos, de una leyenda muerta, últimamente voy tocando cosas nostálgicas personales, una pincelada de mi vida que quizás para muchos no les importe en absoluto pero que a mi me gusta escribir y plasmarlo aquí, en este blog.
Los lugares que os muestro a continuación forman parte de mi infancia, y que indudablemente necesitan tener un hueco en el recuerdo personal pero que también me gustaría compartir de forma colectiva con todos los que ahora mismo están leyendo esto.
Cuanto yo era pequeño estos lugares eran de payeses que trabajaban el campo, cuando salíamos de casa de mi abuela yo y mi hermano solíamos recorrer estos campos y veíamos a los payeses labrar el campo, trabajando, podando la niñas, ocupándose de sus tareas, había veces que hasta pasábamos el tiempo hablando con ellos, mis tíos y mi padre cuanto eran niños se bañaban en esas albercas los días de verano, hoy en día vacías, yo cojía carpas de colores y en alguna ocasión hasta los payeses nos llamaban la atención, cuanto nos escondíamos por esos bosques, jugábamos, buscábamos setas y espárragos, todo es un grato recuerdo de la infancia, tanto mías, como las de mis tíos y padres y abuelos.
Hoy en día ya no hay payeses, los abuelos ya son mayores, los tíos hacen su vida, los padres mas de lo mismo, apenas vamos a buscar espárragos con la familia, solo quedan aquellos lugares hoy en día olvidados, las viñas sin podar, campos sin cultivar... todo eso son recuerdos, recuerdos del pasado, pasado que fue ayer mismo, recuerdos del ayer.
Expedición realizada por: Flech
Fotos por: © Flechcorp
© Flechcorp - Noviembre 2013 - Todos los derechos reservados.
La soledad se disipa en el ambiente |
Vieja mesa |
Antiguas bujías |
Detalle de la estancia |
Un viejo papel higiénico amarillento |
Mesas y barril de vino |
Antigua botella |
Mesa y barril |
Lo que queda de un remolque y sillas |
Cajas de frutas |
Detalle de la estancia |
Mangueras y ramas vides secas |
Viejo remolque |
Barriles, bidónes y cajas |
Detalle del lugar |
Viejo remolque del tractor |
Lavadero |
La casa de a vid |
Detalle |
Construida en el año 1971 |
Chimenea del interior |
Estantería |
Muebles |
calendario de 1999 |
Vides abandonadas |
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