martes, 10 de junio de 2014

El Hotel de los sueños rotos.

Buenos días amiguetes. ¿Como va todo? Yo por aquí aliviándome del calor con un abanico de Jerez de la Frontera, así es, no hay nada como un buen souvenir de la ciudad de los buenos vinos finos Jerezanos.
Bien amigos, hoy os traigo un nuevo reportaje que os va a gustar mucho, se trata de un hotel abandonado en el año 1984, o almenos es lo que pude comprobar en un viejo calendario colgado en una pared... ¿Que? ¿Acabo de decir que estaba realmente abandonado ese hotel? Bueno, no me gusta engañaros, ya que en realidad ocurrió un acontecimiento un tanto surrealista y fuera de lo común, y ahora mismo os lo quiero explicar de una forma un tanto resumida: Pues bien, una vez plantados delante de la puerta del hotel abandonado para inspeccionar algún posible acceso al mismo, la puerta de hotel se abrió repentinamente y se asomó un misterioso y enigmático recepcionista, al vernos, dicho recepcionista nos empezó a sonreír de una forma siniestra..., por suerte yo no iba solo, de ahí a que os hable en plural, iba acompañado de mi gran amigo y explorador D4V1D FY así que no había nada que temer.
Al vernos el recepcionista exclamó: - ¡Clientes! ¡Por fin vienen clientes! ¡Llevo 30 años esperando la llegada de clientes! Nosotros nos quedamos un poco atónitos ante semejante individuo eufórico, además no teníamos ganas de pasar la noche allí ni locos aunque por dentro nos moríamos de ganas de explorar sus entrañas, le dijimos al recepcionista que no teníamos dinero ni para pipas. El recepcionista, poniendo una cara un poco melancólica nos dijo: -  A ustedes dos les conozco, sois viejos exploradores de sitios abandonados, no hay reportaje que me pierda de vuestras incursiones abandoniles, por favor, pasad que os quiero enseñar mi esplendido hotel, quiero que por lo menos alguien sea testimonio de lo que fue un gran negocio.
Una vez dentro, nuestras caras fueron de sorpresa recaspitoide ¡El hotel era oscuro, antiguo, húmedo, misterioso y un tanto siniestro! Le dijimos al recepcionista por que nadie venía al hotel, a lo que nos contestó: - Hace muchos años, los turistas venían mucho a este hotel, era un lugar con mucha fama como la mayoría de hoteles de esta zona, pero el turismo decayó y tuvimos que cerrar las puertas hace ya muchos años, como podéis ver, todo esto es lo que queda de mi hotel, de mi pasado... De pronto nuestras caras palidecieron. ¡El recepcionista empezó a ponerse tan blanco como la niebla! Le dijimos sorprendidos: -¿Es acaso usted un fantasma? -Así es. Exclamó el recepcionista. - Fallecí hace ya mucho tiempo en este mismo hotel, los dueños del hotel lo abandonaron definitivamente por presencias extrañas, pero en realidad era yo, me tenían miedo, es un poco triste reconocerlo pero bueno... ¿Veis las escaleras principales en forma de espiral que da acceso a todas las plantas? ¡Eso es lo último que disfruté en vida! Fallecí de una forma un poco tonta, resulta que quise bajar las escaleras sentado en la barandilla como si fuera un tobogán. ¡Como hacen algunos locos! Y claro, tuve un pequeño traspiés y caí pisos abajo...Los dueños quitaron la barandilla por que decían que estaba maldita.¡Que cosas!
 Ante tal historia que nos contó el recepcionista fantasma nos quedamos un poco perplejos, pero yo le pregunté por que no murió en paz y por que no se fue al cielo como la mayoría de mortales. El recepcionista confuso me dijo: - Hay chico...¡Ni que fuera tan fácil dejar un trabajo que llevo haciendo desde hace 30 años! Le cogí cariño al hotel, el día que lo derriben entonces yo podré descansar en paz, hasta entonces aquí estoy, ha entrado poca gente a hacer destrozos desde que se abandonó este lugar, como no me pueden ver siempre les doy un pequeño susto y acaban saliendo pitando jajajaj.
Sin duda alguna, estábamos ante un fantasma muy cachondo, es curioso que no pierda el sentido el humor incluso siendo un ser de otro mundo.
Quise preguntarle algo que nos inquietaba a los dos, así que ni corto ni perezoso le dije: - ¿Por que a nosotros nos ha recibido tan cordialmente? Nos podía dar un susto y nos hubiésemos marchado, sin embargo nos ha abierto la puerta y nos ha recibido muy alegremente... ¡Ah! Exclamó el fantasma. ¡ Soy un fanático vuestro ! Así que... señor Flech, saque la cámara y... ¡Hága fotos! ¡Muchas fotos! Quiero un ultimo recuerdo antes de irme al otro mundo, solo así se cumplirán mis sueños. Cuanto el fantasma vio mis fotos al finalizar mi reportaje empezó a llorar desconsoladamente: - ¡Gracias! ¡Mil Gracias! Snif... ¡Soys los mejores! ¡Ahora puedo morir en paz! Nos dio un frío beso de despedida en la mejilla y se fue volando por el hueco de la escaleras hasta el cielo y desde allí nos dijo lo siguiente: Señores Flech & D4V1D FY, no importa el tiempo que esperéis para conseguir vuestros sueños, todo llegará. ¡Aunque estéis apunto de dejar este mundo! Desde lo alto nos lanzó una llave dorada, era la llave del hotel, la llave ponía lo siguiente: Las pesadillas deberían de existir solo en nuestra cabeza y solo los sueños deberían ser reales.

Nosotros, nos despedimos de nuestro amigo recepcionista fantasma con un grato ¡Chau Riau! ¡Hasta la próxima amigo mio! y se marchó finalmente... ¡Al otro mundo!
En fin, espero que os guste este relato, del reportaje así como de las fotografías de este misterioso y enigmático hotel, todo con la esperada calidad Flech & D4V1D FY. ¡Rechace imitadores! Sin mas ahora me despido de vosotros con un: ¡Chau Riau! ¡Hasta la próxima amigos mios!

Reportaje por: © Flech & D4V1D FY
Fotos por: © Flech
© Flechcorp - Junio 2014 - Todos los derechos reservados.


























































1 comentario:

Unknown dijo...

Buen reportaje te ha quedado, muchos detalles!
Seguramente el hotel fué cogiendo pisos por que en el tablero de contadores de un trifásico se alimentan a varios pisos.