martes, 14 de enero de 2020

FLECH & NURICHAN ADVENTURES VOL.14 - JARDINES DE SANTA CLOTILDE DE LLORET (Y otros lugares)

¡Y por fin ya tenemos el VOL.14 DE FLECH & NURICHAN ADVENTURES! Y una vez mas nos volvemos a enfocar en los jardines de Santa Clotilde de Lloret de Mar, un sitio tranquilo e idílico para visitar y pasar el rato además de aprender un poco mas de historia sobre la villa de Lloret de Mar, además de estar acompañado por la mejor personita del mundo. ¡La Gran Nurieta!

Un poquito de HISTORIA:

Los jardines de Santa Clotilde, diseñados a la manera de los antiguos jardines, suaves y al mismo tiempo austeros, del Renacimiento italiano, fueron realizados por Nicolau Rubió i Tudurí a los veinte y ocho años, cuando aún estaba en plena efervescencia la admiración por su maestro en el arte de la jardinería, Forestier. Aquí Rubió olvida la lección hispano-árabe confundida entre las imágenes del jardín francés que le enseña Forestier a través de la colaboración en los jardines de Montjuïc, y se desplaza hacia la recuperación del espíritu renacentista italiano, como esencia de la modernidad. Son los momentos en que florece una nueva burguesía, nostálgica del prestigio de que disfrutaba el mecenas durante el Renacimiento. En Santa Clotilde hubo una simbiosis entre el deseo del cliente (el marqués de Roviralta) y el conocimiento del artista, una dialéctica viva entre los dos personajes que favoreció la creación de esta obra de arte.

Gracias a su estado de conservación perfecta quedan todavía hoy aquellas simetrías, concentraciones visuales, disposiciones de fondo, propias del jardín italiano del Cinquecento y del Seicento.

De esta manera el jardín adquiere autonomía formal respecto al paisaje y aparece lo que será una de las constantes de la obra jardinera de Rubió: el entroncamiento del jardín con la naturaleza. A pesar de la autonomía total de formas de este jardín, unos agrupamientos arbóreos o a veces cortinas de árboles se fusionan con todo el paisaje que circunda el jardín, los ejes visuales fuertemente marcados, rigurosamente rectos, nos conducen hacia los distintos puntos de interés, al final de los cuales se encuentran elementos ornamentales, como estatuas o pequeñas fuentes que intentan romper en cierto modo la uniformidad del trazado.

Terrazas que se superponen, caminos que se entrecruzan, rampas y escaleras que conforman el trazado del jardín. Todo ello amenizado por el rumor incesante del agua. Aguas quietas en el estanque del ninfeo y agua a chorro en las múltiples fuentes y en los surtidores que forman una interminable galería de lluvia. Mar de fondo que envuelve el paisaje de un fuerte sabor salobre.

El jardín se nos aparece con mezclas de elementos extraídos de la Villa Medici, de la Villa Borghese o también quizás de los jardines Boboli. Florencia era la fuente de inspiración del momento. El espíritu del romanticismo esta latente en todo el jardín, expresado mediante el busto de mármol que aparece confuso entre la viña virgen, contemplando el mar y de espaldas al espectador. Otra parodia deliciosa de aquel sentimiento romántico negarse en la naturaleza, más próximo a un Leopardi que a su maestro CD Friedrich. En estos jardines, que se empezaron a construir antes que la casa, destaca una colección de estatuas de mármol de estilo neoclásico y las sirenas de la escultora Maria Llimona. Josep Pla, en su libro "Guía de la Costa Brava" afirma con contundencia: la gran escalinata, flanqueada de soberbia cipreses, encarada sobre la punta de Santa Cristina produce una impresión imborrable y es uno de los momentos más bellos de la costa.

FOTOGRAFÍAS POR: FLECH Y NURIA (NURICHAN)
ENERO DEL 2020

¿Y bien? ¿A quien tenemos aquí? ¡La señorita Nuria parece que me vaya a hacer de guía!

Este pobre busto desquebrajado tiene cara de pocos amigos. ¿Eh?

¡Huy cuidado! ¡Es el perro guardian del jardín! Socorroo

Cada camino de jardín conducía a una plaza con nombre. ¿Esta era la de la alegrías?

Aunque para alegría la señorita Nuri. Mirad que contenta se la ve aquí sentadita jejeje

Sin duda es un jardín muy bien cuidado.

Una amiga me dijo que este era el jardín de las sirenitas. ¡Y no le faltaba razón!

Parece que este busto esté aquí escondido refugiándose del sol.

¿En serio existen estos bivalvos gigantescos? Pues si, se trata de una Tridacna Gigas, el molusco mas grande del mar.

La escultora Maria Llimona es la que realizó la mayoría de esculturas en bronce de las sirenas del parque.

¡Caramba! En la foto parece que le moleste el sol a la pobre sirena.

Se nota la inspiración de los jardines Italianos de la época renacentista.

Los bustos son 100% realizados y esculpidos en mármol.

También hay esculturas inspiradas en leyendas griegas.

LUX AETERNA

Como ya es habitual también podemos disfrutar del magnífico paisaje de la Costa Brava, en este caso la Cala Boadella.

La fotógrafa fotografiada.

Bonito camino de subida. ¡El seto es para que no nos de el sol!

Bonitas flores.

La Nurichan fotografiando.

¡Caramba! ¿Este será Julio César?

La Nuri fotografiando las florecillas. (Ver sus fotos en Nuri Urbex)

Bonita fuente principal, justo detrás podemos ver la casa del Marqués de Roviralta.

Preciosa escultura.

Detalle de la fuente desde arriba.

Este es el pasadizo de los jazmines.

¡Caramba! El pobre león tiene cara de triste.

Vistazo de los cipreses del los jardines de Santa Clotilde.

La fuente del niño.

Pues toca sostener la mesa.

El pasaje de la sirenas.

La verdad es que Maria Llimona es una gran escultora.

Aunque este otro busto principal es de una fundición. (El logotipo del jardín)

Otra majestuosa estatua.

Esperad un momento... ¿Pasamos de los jardines a este viejo extinto en un lugar abandonado?

Así es, aprovechábamos que estábamos por allí para ver un lugar abandonado por ahí perdido.

Y tal y como era de esperar Lloret y los jardines nos fascinó. "Lloret el meu poble" 1990.

Menudas comilonas se debieron montar aqui los trabajadores.


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