Lolo, era un constructor que en una ocasión soñó la gran idea que querer transformar unos viejos apartamentos en un hotel maravilloso, su sueño se cumplió cuanto un día por la mañana temprano alguien llamó a su teléfono, Lolo, acostumbrado a las llamadas matutinas cogió el teléfono y respondió con un Hola, ¿Quien es? Un hombre le dio un saludo cordial, aquel hombre parecía tener la misma voz que Constantino Romero pero con acento Ruso. Dijo que tenia unos apartamentos un poco anticuados y si ellos podían transformarlo en un hotel de cuatro o cinco estrellas. Lolo dijo que no había problema, ya que ellos han efectuado muchas reformas hasta en edificios del barroco y del neocentismo, así que eso era pan comido para el.
Era el año 2008, a Lolo le sorprendió esto de la crisis económica que tanto solía escuchar en la radio, pero nunca se lo creía hasta que varios colegas constructores suyos se hicieron busca piñas, así que entendió algo debía de ir mal en la construcción para que sus colegas llegaran a tal extremo, aunque buscar piñas era también un negocio rentable, el continuó con las obras por que el Ruso le dio un adelanto y por que la construcción le apasionaba, además quería ver su sueño cumplido, pero un día... ¡Llegó lo que todo constructor de obras temía!
El dueño y propietario de los apartamentos se había declarado en quiebra y se fué a Detroit donde había comprado un casa abandonada, Lolo intentó localizar al dueño para darle una explicación, pero jamas contestó. ¡Y ahora que se supone que debería de hacer! Exclamó cabreado. Lolo junto con sus trabajadores decidieron ir al Rancho, El Rancho era un Bar que estaba delante de los apartamentos, Lolo y sus trabajadores empezaron a beber para mitigar el enfado, de pronto aparecieron unos chinos burlándose de lo ocurrido a Lolo diciendo.-¿Que te ha pasado Manolo?.-Eso no hubiese oculido si nosotlos fuelamos los dueños y tambien los constluctoles. Lolo fuera de si, empezó a dar hostias contra esos chinos provocadores, primero fueron los puños, pero ya luego fueron sillas, mesas, muñecas sonrientes, aisladores, tubos, puertas, retretes..., todo El Rancho acabó destrozado como una cosa mala, la prueba de aquellos sucesos sigue hasta día de hoy, pero aquí no acabó la cosa amigos mios...
Era mes de Agosto, y una vez calmada la rabia contra los chinos hicieron las paces y decidieron ir a la piscina cubierta que estaba al lado de El Rancho a darse un chapuzón, todo parecía en calma, los chinos daban sus famosos masajes a los trabajadores y los trabajadores les enseñaban como hacer un muro de obra en 5 minutos sin despeinarse, pero de pronto todos miraron una silueta gigantesca... ¡Era el Oso Teddy!
Teddy en aquel entonces era el jefe de la comisaría de Los Mossos de esa población, se enteró de los altercados del bar y por lo tanto quería detener a todos los que formaron tal barullo, Teddy medía unos 50 metros de largo y 100 de ancho, Lolo y los Chinos cerraron la puerta de la piscina y se burlaron de el diciendo que no podía acceder dentro si no fuera con un gran soplido como hacía el lobo de los tres cerditos. Teddy enojado dijo: -¿Ah si? ¡Veo que queréis sufrir! ¡Pues allá va soplido del quince!. Y el gran oso sacó un tornado de su boca rompiendo así todos los cristales de la piscina cubierta, saliendo por los aires todo lo que allí había incluido Lolo y sus colegas, fueron detenidos menos los chinos que abrieron un Wok a unos pocos metros de allí. A Teddy le apasionaba la comida china.
Y así pues, esta es la historia de los apartamentos, el rancho y la piscina donde estaba Lolo.
Cuanto le conté a mi amigo Gyoko la historia me dijo que yo estaba loco, pero cuanto me acompañó al abandono me dio la razón, me dijo que efectivamente yo estaba loco pero que todo había quedado tal y como yo lo contaba. Desde entonces Gyoko me comentó que deberíamos de salir mas de exploración urbana...
En fin, espero que os haya gustado la historia, el reportaje, las fotos, y mi locura, sin mas me despido por ahora... ¡Hasta la próxima! ¡Chau Riau con café con leche in plaza mayor!
Reportaje realizado por: Flech & Gyoko (ZeroOxigen)
Fotos por: © Flechcorp
© Flechcorp - Enero 2014 - Todos los derechos reservados.
Era el año 2008, a Lolo le sorprendió esto de la crisis económica que tanto solía escuchar en la radio, pero nunca se lo creía hasta que varios colegas constructores suyos se hicieron busca piñas, así que entendió algo debía de ir mal en la construcción para que sus colegas llegaran a tal extremo, aunque buscar piñas era también un negocio rentable, el continuó con las obras por que el Ruso le dio un adelanto y por que la construcción le apasionaba, además quería ver su sueño cumplido, pero un día... ¡Llegó lo que todo constructor de obras temía!
El dueño y propietario de los apartamentos se había declarado en quiebra y se fué a Detroit donde había comprado un casa abandonada, Lolo intentó localizar al dueño para darle una explicación, pero jamas contestó. ¡Y ahora que se supone que debería de hacer! Exclamó cabreado. Lolo junto con sus trabajadores decidieron ir al Rancho, El Rancho era un Bar que estaba delante de los apartamentos, Lolo y sus trabajadores empezaron a beber para mitigar el enfado, de pronto aparecieron unos chinos burlándose de lo ocurrido a Lolo diciendo.-¿Que te ha pasado Manolo?.-Eso no hubiese oculido si nosotlos fuelamos los dueños y tambien los constluctoles. Lolo fuera de si, empezó a dar hostias contra esos chinos provocadores, primero fueron los puños, pero ya luego fueron sillas, mesas, muñecas sonrientes, aisladores, tubos, puertas, retretes..., todo El Rancho acabó destrozado como una cosa mala, la prueba de aquellos sucesos sigue hasta día de hoy, pero aquí no acabó la cosa amigos mios...
Era mes de Agosto, y una vez calmada la rabia contra los chinos hicieron las paces y decidieron ir a la piscina cubierta que estaba al lado de El Rancho a darse un chapuzón, todo parecía en calma, los chinos daban sus famosos masajes a los trabajadores y los trabajadores les enseñaban como hacer un muro de obra en 5 minutos sin despeinarse, pero de pronto todos miraron una silueta gigantesca... ¡Era el Oso Teddy!
Teddy en aquel entonces era el jefe de la comisaría de Los Mossos de esa población, se enteró de los altercados del bar y por lo tanto quería detener a todos los que formaron tal barullo, Teddy medía unos 50 metros de largo y 100 de ancho, Lolo y los Chinos cerraron la puerta de la piscina y se burlaron de el diciendo que no podía acceder dentro si no fuera con un gran soplido como hacía el lobo de los tres cerditos. Teddy enojado dijo: -¿Ah si? ¡Veo que queréis sufrir! ¡Pues allá va soplido del quince!. Y el gran oso sacó un tornado de su boca rompiendo así todos los cristales de la piscina cubierta, saliendo por los aires todo lo que allí había incluido Lolo y sus colegas, fueron detenidos menos los chinos que abrieron un Wok a unos pocos metros de allí. A Teddy le apasionaba la comida china.
Y así pues, esta es la historia de los apartamentos, el rancho y la piscina donde estaba Lolo.
Cuanto le conté a mi amigo Gyoko la historia me dijo que yo estaba loco, pero cuanto me acompañó al abandono me dio la razón, me dijo que efectivamente yo estaba loco pero que todo había quedado tal y como yo lo contaba. Desde entonces Gyoko me comentó que deberíamos de salir mas de exploración urbana...
En fin, espero que os haya gustado la historia, el reportaje, las fotos, y mi locura, sin mas me despido por ahora... ¡Hasta la próxima! ¡Chau Riau con café con leche in plaza mayor!
Reportaje realizado por: Flech & Gyoko (ZeroOxigen)
Fotos por: © Flechcorp
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